A lo largo de las dos últimas décadas, el espacio de oficina estándar se ha actualizado, mejorado y cambiado de forma en una evolución para mejorar la eficiencia y la productividad de los empleados. Uno de los cambios más revolucionarios fue la creación de los espacios de coworking, comenzaron alrededor del 2005 y desde entonces se ha hecho muy popular entre emprendedores, startups y empresas en remoto. Los espacios de coworking son esencialmente espacios compartidos con una combinación de mesas grandes, escritorios privados, salas de conferencias, pequeñas cafeterías, aseos y demás comodidades.
Muchas personas que quieren evitar trabajar en casa o en una cafetería optan por trabajar en un espacio de coworking. Estos espacios son flexibles y resultan ideales para individuos y pequeños equipos que buscan un entorno de colaboración donde poder trabajar. Utilizar un espacio de coworking es también una gran manera de ahorrar dinero, ya que es posible alquilar sólo lo que se necesita. Si optara por alquilar un espacio de oficina privado, los costes serían probablemente mucho más altos. Ten en cuenta que la mayoría de los espacios de coworking tienen diferentes modelos de precios, que incluyen cuotas diarias o mensuales. El precio de un escritorio compartido también será más bajo que el de una oficina dedicada.
Los espacios de coworking están creciendo a un ritmo rápido hoy en día debido a los muchos beneficios que proporcionan, así como a la creciente economía del freelance.
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Comodidad
Los espacios de coworking son ideales para los empresarios individuales, las empresas de nueva creación, autónomos y los particulares que necesiten una espacio. Estas salas ofrecen bancos de escritorios que se adaptan a diversas necesidades. Además, conseguir un escritorio es fácil y totalmente flexible. No se necesitan largos contratos: ¡sólo tienes que llegar con tu portátil y ganas de ser productivo!
Conocer gente nueva
Como adultos, muchos de nosotros no tenemos muchas oportunidades de conocer gente nueva y hacer nuevos amigos. Claro que tenemos conocidos -otros padres que dejan a sus hijos en el colegio, los vecinos a los que saludamos cuando salimos de casa a la misma hora, el repartidor de comida a domicilio-, pero ¿amigos? Eso es otra cosa, por no hablar de los amigos con los que se puede establecer una red de contactos.
Cuando se presenta la oportunidad de hacer uno o dos nuevos amigos, es importante aprovecharla. Los espacios de coworking ofrecen esa oportunidad. Además, las personas que conozcas en los espacios de coworking no trabajarán todas en la misma empresa que tú. Eso significa que puedes conocer a nuevas personas más allá de la oficina.
Te sentirás profesional
El coworking es como ir a una oficina cada día, sólo que es mucho más flexible. Tendrás que levantarte, vestirte y salir de casa, pero para muchas personas, estos sencillos actos pueden favorecer mucho la productividad. El mero hecho de desplazarse de un lugar a otro para trabajar puede ser suficiente para ponerte en un estado de ánimo profesional.
A algunas personas no les gusta trabajar desde casa; simplemente no les parece un trabajo. Para estas personas, los espacios de coworking pueden ser la solución perfecta.
Equilibrio entre trabajo y vida privada
A diferencia de trabajar desde casa, un espacio de coworking permite a los trabajadores dejar su trabajo fuera de casa. Un trabajador remoto puede caer fácilmente en la trampa de meterse en su estudio para teclear un solo correo electrónico más, escribir una sola hoja de cálculo más, hacer una sola llamada telefónica más… y eso no es bueno. Una vez que el día de trabajo ha terminado, debería estar hecho. Si vas a un espacio de coworking para hacer tu trabajo, es mucho más fácil desconectar del trabajo al final del día.